Boom Inmobiliario en Colombia

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El sector de la construcción presenta desde hace 5 años (2010) un crecimiento sin precedentes en todo el país, son excepcionales las ciudades colombianas que NO presentan un fuerte crecimiento en el volumen de inmuebles nuevos ofertados; aunque la vivienda es el grupo donde se concentra el mayor volumen, las construcciones locales (centros comerciales), oficinas, bodegas y nuevos espacios comerciales e industriales crecen proporcionalmente.

Este fenómeno repercute positivamente en varios aspectos de la vida nacional: la economía se ve beneficiada con esta industria que a su vez consume mayoritariamente productos, servicios y mano de obra nacional;   junto a su  aporte directo a la producción nacional,  se encuentran impactados, también positivamente, sectores correspondientes a la metalurgia, cementos, mobiliario, electrodomésticos y un sin número de servicios colaterales, necesarios para las nuevas construcciones.

Entre 2010 y 2015 el precio de la finca raíz subió paralelamente al crecimiento de la construcción, por varios factores: el precio de los terrenos subieron al haber demanda de los mismos para nuevas construcciones mas altas, los precios de los nuevos inmuebles, calculados de acuerdo a la inversión, jalonaron precios de todo tipo de inmuebles; la inversión inmobiliaria siempre ha tenido una atracción natural entre los inversionistas por ser una inversión en tangibles, por ser relativamente una operación más sencilla y tal vez menos azarosa que las inversiones en otros rubros, así que en un país como Colombia, de bajo desarrollo industrial, comercial y agrícola, el sector inmobiliario es una alternativa de inversión sobresaliente; otros aspectos como un dólar dependiente del mercado y variable de acuerdo a  factores un poco extraños para inversionistas poco conocedores de las variables y condiciones macroeconómicas, la inversión inmobiliaria es sin duda la principal manera de capitalizar y asegurar capitales; otros muchos factores como el cambio brusco en el precio del petroleo hacia mediados del 2015 y una percepción generalizada de percepción negativa de la economía del país, hace que la demanda por nuevas oportunidades de inversión sea satisfecha principalmente por la construcción. NO es de extrañar que los precios inmobiliarios se hayan mantenido al alza durante tanto tiempo. Afortunadamente durante este año 2016, dichos precios han entrado en un ajuste general y bien sea por sobre oferta o por el obligatorio acomodamiento a una economía limitada como la nuestra, los precios pararon de crecer y se comienzan a encontrar algunas oportunidades de re-inversión o adquisición de finca raíz a costos más acordes al nivel de vida de las diferentes ciudades.

El crecimiento de algún rubro de la economía siempre es bien visto, pero en economía una  de sus leyes establece que esta se desarrolla en ciclos, con crecimientos y decrecimientos; afortunadamente para nuestra subdesarrollada economía; la tendencia de crecimiento de la construcción en Colombia parece que durará varios semestres más, promovido por un gremio altamente competitivo y adaptativo, que migra a otras regiones, otras facetas diferentes a la vivienda y que interpreta bien las necesidades del mercado. La actividad es impulsada por políticas de desarrollo que aunque distan de ser ideales van en consonancia con un país en continuo desarrollo. Factores como una apertura a la inversión, creación de más vías, generación de polos de desarrollo e incluso el proceso de pacificación, permite además del desarrollo del turismo y otro tipo de industrias y comercios. Así las cosas consideramos que tendremos una industria inmobiliaria pujante,  a nivel nacional, por al menos un lustro más. Sin embargo, un crecimiento desorganizado, des regularizado, sin un plan de ordenamiento bien pensado, no es conveniente; ajustar las necesidades de infraestructura a dicho plan y  una normatividad bien aplicada es fundamental, para un crecimiento positivo de las regiones de nuestro país.